17 de marzo de 2006

El Pavo al gobierno, Rudy al poder


POR JORGE ASIS

El nuevo lema del Frente para la Victoria ya recorre toda Santa Cruz, tal como lo explica Jorge Asis Digital: 'el Pavo' es Carlos Alberto Sancho, obviamente. 'Rudy' es Rudy Fernando Ulloa Igor, el impresentable cadete/chofer/todoterreno/empresario de Néstor Kirchner.
El nuevo lema del Frente para la Victoria ya recorre toda Santa Cruz, tal como lo explica Jorge Asis Digital: 'el Pavo' es Carlos Alberto Sancho, obviamente. 'Rudy' es Rudy Fernando Ulloa Igor, el impresentable cadete/chofer/todoterreno/empresario de Néstor Kirchner.
Harto, estaba, el Gobernador, que lo tomaran como un mero subsecretario de estado del poder ejecutivo.
Lo hartaba, al gobernador Acevedo, sobre todo el juego perverso que le imponía, peor que Kirchner, la canalla del kirchnerismo.
Como si no terminaran de aceptarle, en el fondo, el defecto biológicamente físico de ser distinto a ellos. Que distara de ser un paladar negro, ni siquiera un vulgar converso.
La voracidad de la canalla pretendía tratarlo, al gobernador, menos que como un empleado, como un fastidioso escollo.
Una suerte de grano transparente entre la medianía trasversal de la obsecuencia.
Entonces Acevedo era un advenedizo ideal para desacreditar con énfasis. Por los deméritos de su provocada inutilidad. Por la insolvencia, unánimemente admitida, entre los kirchneristas de caja que impulsaban la efectividad sólo para los negocios fáciles y rápidos.
El escenificado juego perverso lo hacía quedar, a Acevedo, como un inepto entre el plantel de kirchneristas habituados a los placeres de la impunidad.
El juego del esmerilamiento consistía en bajar, desde la nación, para resolver los problemas que desde la nación le generaban.
Por ejemplo, le azuzaban el despliegue del desbarajuste en el emblemático Pico Truncado, patria chica de Acevedo, o en Caleta Olivia. Y después llegaba cualquier De Vido o Zannini, los monitores que recíprocamente se desprecian, para quedarse con las palmas de la resolución de gambeta corta.
La resolución transitoria que permite salir del paso, para agravar, en definitiva, el cuadro estratégico.
Fueran los enemigos íntimos De Vido o Zannini, o el artificio del “Pavo” Sancho, extensión de Ulloa, o la hermanita Alicia.
Sin embargo, Acevedo descontaba que el esmerilamiento cotidiano se ejecutaba por instrucción precisa de Kirchner. El Emperador que tomaba la gobernación como un apéndice, una mera emanación de su poder, apenas una de las tantas subsecretarías de su pertenencia.
Por lo tanto, Acevedo se sentía políticamente monitoreado.
Cualquier medida, el menos relevante acto administrativo de su gobierno, se encontraba sensiblemente controlado. Monitoreado, directamente, por los personeros de Kirchner.
Habrá que imaginarse entonces la dimensión que adquirían las disidencias en los temas gravitantes. Como, por ejemplo, el de los fondos desaparecidos de Santa Cruz.
Aquí Acevedo se manifestó como un cuadro de reprochable lealtad. Incluso, hasta se prestó a la farsa de la repatriación.
Los anunciados fondos de los que aún se desconocen detalles mínimos de su trayectoria marcaron la primera piedra fundacional de las desavenencias. El origen de las desconfianzas que tienen invariablemente un destino de escándalo. Del que Acevedo tendrá que despegar.
Atreverse a encarar una gestión autónoma, con el fardo de semejante tutelaje, se convertía en una tarea utópica. Vigilado, hasta la acotación, por una línea que en general mayoritariamente no le respondía. Y por su vice, Sancho, alias El Pavo, entendido aquí como una vertiente que desemboca en Kirchner, aunque por el canal intermedio del Rudy Ulloa Igor.
En adelante, la consigna es "Pavo" Sancho al Gobierno, el Rudy al Poder.
Trátase del lema, el recetario implícito que se desprende desde el Diario El Comunitario, capital del multimedio del Rudy Ulloa.
Es decir, los referentes tradicionales del kirchnerismo menos presentable tendrán, en adelante, el camino despejado, sin tener que soportar el obstáculo de Acevedo.
Aparte del Pavo y del Rudy, Lázaro Báez podría coronarse emperador.
Y hasta Sanfelice, subalterno que merece mayor conocimiento nacional, podrá aspirar a cierta relevancia en el esquema monocorde que se impone, de manera irremediable.
En realidad, con el cansancio político del Acevedo que parte, se asiste al máximo sinceramiento en materia de poder.
Podrá sentirse, en adelante, la paz sepulcral de la ausencia de tensiones. Consecuencias del copamiento generalizado de la mediocridad.
Lo que no podía tolerar Kirchner, en cierto modo, es que con tantos hostigamientos Acevedo igual se las haya ingeniado para gobernar, si puede utilizarse este verbo, la provincia. Con picos de popularidad que merodearon los 60 puntos de aprobación.
Tampoco podía aceptarse que mantuviera, Acevedo, una persistencia del 50 por ciento de intención de votos. Lo que podía permitir alucinaciones de una eventual reelección.
Según nuestras fuentes, cierta aprobación popular hacia Acevedo era tomada como una riesgosa demostración de desprecio para el auténtico Amo del Feudo, como supo calificar a Kirchner, en su indispensable libro, el periodista Daniel Gatti.
La irritante aceptación de Acevedo, por parte de la sociedad santacruceña, convertía a la relación turbulenta en una especie de imposible cohabitación.
De legitimar entonces la existencia de la cohabitación, Kirchner no podía, en su voracidad, imponer con facilidad a los tranquilizantes delfines, los dependientes calificadamente más confiables.
Como, por ejemplo, De Vido. Un burócrata convertido en el superministro que negocia, en nombre de Kirchner, hasta acaparar un espacio de poder lo suficientemente inquietante.
Tanto, que se torna aconsejable, para Kirchner, rebajarlo a la categoría de gobernador de la provincia.
O sea, para Kirchner, un simple subsecretario de estado.
Claro que la caída se aceleró por los episodios evitables de Las Heras.
Los columnistas de Buenos Aires exhiben cierto desconocimiento de la problemática de Santa Cruz. Por ejemplo insinúan, a través de fuentes anónimas, el malestar del gobierno nacional por la insolvencia de Acevedo para tratar las huelgas.
Sin embargo, lo que seriamente le molestó a Acevedo fue, en el costoso litigio de Las Heras, la intervención del ministro Tomada. Justo cuando el ministro de gobierno de Acevedo, también ya renunciado, había pactado un acuerdo con las petroleras. Con el encuadramiento de los trabajadores de la construcción en el más conveniente gremio de los Petroleros.
También es tomado como una broma grotesca que se anuncie, desde el Auditorio Cemento de la Casa de Gobierno, la proletaria cuestión del mínimo no imponible, por el que tanto pugnara, con anterioridad, Acevedo.
El freno de carácter nacional, a la reivindicación indicada por la legislatura santacruceña, motivó mucho más que la momentánea desobediencia del Chiquito Arnold.
Trátase del conducido político de físico enorme. Alguien que tradicionalmente protesta, como un chiquitín, aunque siempre para cotizar su previsible domesticación posterior.
La suspensión del aumento del "mínimo no imponible" motivó, sobre todo, que se retrocediera hasta el punto de partida. Y que los trabajadores de Las Heras, degradados hacia la condición de piqueteros, retomaran la desgastante "lucha" que terminó con la equivocada prisión de Navarro. Y con la rebelión mediáticamente acelerada que provocó la muerte de Sayago.
Sayago, pobre, se convirtió, con su cadáver, en el costo humanamente simbólico más alto que Kirchner debió pagar. Justo él, que dista de caracterizarse por pagar las cuentas.
La faena del esmerilamiento alcanzó otros picos notables. Como por ejemplo una especie de lista de Schindler.
La lista la hizo circular, según nuestras fuentes, Zannini, alias El Ñoño, entre los diputados provinciales.
Figuraban dos columnas. Los que están con Kirchner y los que no.
Para colmo, los diputados eran conminados compulsivamente a firmar la pertenencia a cada una de las listas. Un engendro destinado a figurar en la materia de las atrocidades políticas del feudo que sirve de ejemplo a la santacrucificación total de la Argentina.
Otra perla que aceleró el hartazgo de Acevedo consiste en la suspensión del envío de fondos a las arcas de la provincia. Debían destinarse a la cantidad impresionante de obra pública comprometida, por el gobierno nacional, para Santa Cruz.
Pero de pronto De Vido, es decir, Kirchner, decidió que las partidas no fueran manejadas por la provincia. Era mejor hacerlo por Vialidad Nacional. Lo que es decir, por Lázaro Báez.
Aparte, cualquier constructor sabe que, para negocios con Vialidad, hay que dejar el diez.

Asumió el ineficiente Sancho. Por el momento....

Cuando le tocó gestionar la ciudad de Río Gallegos, Carlos Sancho condujo al Frente para la Victoria a la derrota electoral de 2003; ahora es el gobernador porque renunció Sergio Acevedo, cansado de los cuestionamentos del 'kirchnerismo duro' representado por Sancho y su jefe, Rudy Fernando Ulloa Igor. "Sancho es un gurka", dicen en Río Gallegos, y no se equivocan. Probablemente Julio De Vido deba involucrarse personalmente en la gestión.
Cuando le tocó gestionar la ciudad de Río Gallegos, Carlos Sancho condujo al Frente para la Victoria a la derrota electoral de 2003; ahora será el gobernador porque renunció Sergio Acevedo, cansado de los cuestionamentos del 'kirchnerismo duro' representado por Sancho y su jefe, Rudy Fernando Ulloa Igor. "Sancho es un gurka", dicen en Río Gallegos, y no se equivocan. Probablemente Julio De Vido deba involucrarse personalmente en la gestión.
Sergio Edgardo Acevedo renunció como gobernador de la Provincia de Santa Cruz, cargo que desempeñó desde 2003, siempre muy condicionado por el 'kirchnerismo duro' representado por Rudy Fernando Ulloa Igor y su mano derecha, Carlos Sancho.
Precisamente Sancho se hizo cargo de la Gobernación, tal como lo había planificado el presidente Néstor Kirchner días atrás, cuando obligó a la Legislatura unicameral santacruceña a reelegir en 24 horas su titular, para que quedara al frente la candidata de Kirchner (Judith Forstmann), y muchos se preguntaban por qué: resulta que ahora el presidente de la Legislatura es el Nº2 de la Provincia porque el vicegobernador será el gobernador.
Sancho fue el presidente del Consejo Deliberante de Río Gallegos y debió hacerse cargo de la intendencia municipal por renuncia del titular, acusado de graves irregularidades financieras.
Sancho es un hombre visto con recelo por los kirchneristas por su origen radical, y por sus ex partidarios por su partida al kirchnerismo. Sancho es propietario de la inmobiaria, "Sanfelice Sancho" de Río Gallegos donde trabaja el hijo del Presidente, Máximo.
Rudy Ulloa organizó la base del 'kirchnerismo' en el barrio El Carmen, donde creó la unidad básica ‘Los Muchachos Peronistas’, cuyo apderado es Carlos Zannini, y de donde salieron Carlos Sancho, Pablo Noguera, Héctor Fernando Aburto y Juan Carlos Villafañe, entre otros ‘notables’.
En octubre de 2003, Tomás Vidal afirmó en la revista EDICIÓN i: "Rudy-Sancho deben encargarse de impedir que Sergio Acevedo logre vuelo propio".

Esta crisis comenzó con la renuncia de los ministros de Economía Luis Villanueva, el ministro secretario Roque Ocampo, la ministro de Gobierno, Elsa Capuchinelli e Ingrid Bordoni titular del Consejo Provincial de Educación.
Han sido tiempos muy difíciles para la Provincia de Santa Cruz. Los 10 acontecimientos más conflctivos que debió enfrentar Sergio Edgardo Acevedo en lo que va de su gestión, fueron:

> El dinero en el exterior de Santa Cruz que él mismo reclamó, en privado, que regrasara antes de asumir en la Gobernación, y que provocó controversias, y desgastes, hasta que logró convencer a Néstor Kirchner que lo autorizara a regresar gran parte del monto.

> Las graves denuncias vinculadas al grupo pesquero Conarpesa y su relación con Néstor Kirchner y el Gobierno santacruceño.

> Las graves denuncias sobre irregularidades en la obra pública santacruceña a partir de la contratación a Gotti y otras empresas.

> Los problemas en la mina de carbón de Río Turbio, que incluyeron la muerte de varios mineros por deficiencias en el mantenimiento de la infraestructura montada en el yacimento.

> El enfrentamiento permanente de Acevedo con Carlos Sancho, el vicegobernador, quien es respaldado por el 'kirchnerismo duro' y básicamente por Rudy Fernando Ulloa Igor, la mano derecha de Kirchner en Santa Cruz.

> Los problemas con la Policía provincial, que incluyeron una huelga extensa, la renuncia de vario jefes y permanentes cuestionamientos en la fuerza de seguridad por las carencias presupuestarias.

> Los problemas con los trabajadores petroleros, que llevan más de 1 año.

> El asesinato de Jorge Sayago, oficial de policía, durante una 'pueblada' en Las Heras.

> Las consecuencias políticas del asesinato de Sayago y de los acontecimientos posteriores, que provocaron que Néstor Kirchner se involucrara personalmente en la crisis, a menudo desautorizando al propio Acevedo-

> La falta de resultados de la investigación judicial del asesinato de Sayago, y la represión desatada en la localidad Las Heras.

Acevedo afirma que tiene problemas de salud; pero básicamente tiene problemas con Kirchner. Es un terrible fracaso político de Kirchner porque fue su heredero, elegido por él, y se le complica la situación en Santa Cruz.

EL PUEBLO QUIERE, (Y MERECE) SABER DE QUÉ SE TRATA

¡Otra vez! Forstmann y Asset cumplen con su rol de justificar lo injustificable y tratan de desviar la atención en este verdadero bochorno que ha sido la renuncia del ex Gobernador Acevedo.
Pueden decir cuanto quieran sobre cómo se fue Alfonsín o De la Rua antes de tiempo, los radicales nos hacemos cargo de ello, de hecho la ciudadanía así nos lo hizo saber en las urnas.
Pero no pueden tapar el sol con las manos, y haberse olvidado parte de la historia santacruceña. ¿Acaso no recuerdan a Del Val?, ¿también se han olvidado de lo que pasó con Aburto?, y ahora Acevedo se va del gobierno luego de haber asumido con casi el 70% de los votos, y sin dar alguna razón o explicación coherente.
Mal que les pese, en la historia, el 15 de Marzo será recordado como el día en que el gobernador del FVS huyó del poder.
Pero el pueblo que sí tiene memoria, quiere saber (y merece conocer) cuáles fueron las razones personales para la toma de esta determinación, porque los santacruceños no votaron a Sancho para que los gobierne por cuatro años, lo votaron a Acevedo, y si no existe una justificación verdadera tiene que haber razones ocultas y éstas deben salir a la luz y estar a la consideración de la sociedad.

Alberto Parsons
Presidente JR Provincial