13 de febrero de 2006

¿Qué hacemos por Turbio?

Nadie, absolutamente, nadie habla del caso Río Turbio. A excepción de un medio gráfico de esta capital, ninguno de los involucrados directamente en el caso: léase Ministerio de Asuntos Sociales e incluso la propia comuna de Río Turbio se ha hecho eco e la grave situación por que, atraviesan niños, hombres y mujeres que conviven en os pabellones de la localidad minera.
Las políticas de contención que se implementaron no sirven de nada si no van acompañadas de un control más eficiente por parte de las autoridades encargadas de realizar la tarea.
¿Quiénes son responsables directa e indirectamente de la prostitución de más de una decena de niños y niñas? Es una de las preguntas que surge inmediata y que aun a pesar de los días que han transcurrido desde que se conoció el caso no tiene respuesta.
Aquí no podemos detener en la falta de conciencia de nuestros funcionarios para no ver lo que todos veían o ir un poco más allá y decir directamente que han mirado para otro lado desatendiendo a esa franja de la sociedad que solo les sirve en épocas de elecciones.
Porque todo el mundo sabía que en los “pabellones” pasaban cosas pero nadie, ninguno habló del tema hasta que una vecina denunció el asqueroso caso en una radio de la localidad.
Ahora es el tiempo de buscar responsables, directos indirectos y los de “fondo”esos que miraron y desconocieron los hechos, los que ignoraron las denuncias, los que amparados por sus cargos nada hicieron y hacen por solucionarlos, son los que, lamentablemente, siempre salen bien parados de todos los problemas.