El enojo de Chubut por el desmanejo en la pesca
A estas alturas del año pesquero es evidente la pérdida de liderazgo e iniciativa provincial sobre un tema tan importante para nuestra ciudad, segundo puerto pesquero de la Nación.
Encerrados en la tenaza que tiene a la provincia de Santa Cruz por el sur, que nos marca el ritmo del langostino, y por el norte a la de Buenos Aires, que nos ganó hace tiempo la merluza, nuestra provincia parece haber perdido cualquier tipo de iniciativa pesquera y estamos claramente relegados y condicionados por el norte y por el sur, limitándonos a protestas tan enérgicas como ineficaces frente a la Nación, por el reparto de los cupos de merluza, y a cumplir un papel subalterno en la pesquería de langostinos frente a Santa Cruz.
Está lejos ya el año 1999 en que Chubut superó a Buenos Aires en las descargas de productos de la pesca. Desde entonces iniciamos un claro y pronunciado declive en favor de la gran provincia del norte, que en el 2004 ya duplicó nuestras descargas:
Productos pesqueros descargados totales en Chubut y Buenos Aires. 1999/2004
Años 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Bs. Aires 340.651 302.802 376.283 384.597 377.646 431.744
Chubut 350.653 276.105 223.250 233.337 204.071 213.731
La batalla de la merluza parece irremediablemente perdida frente a la provincia de Buenos Aires y la reducción de la flota de merluceros congeladores (la más importante de nuestra provincia) ha sido una de las consecuencias. Las inversiones y generación de empleo se han estancado indudablemente.
Con el langostino, a partir del 1 de junio de 2004, fecha de la denuncia por parte de Santa Cruz, del Acuerdo de explotación conjunta del Golfo de San Jorge, firmado el 10 de febrero de 1988, entre Chubut y Santa cruz, ha sido esta última provincia la que nos ha hecho bailar a su ritmo en cantidades y fechas de cierres y aperturas. Incluso en los meses en que no había vigente ningún acuerdo Chubut se ha debatido en idas y venidas, aperturas y cierres apresurados condicionados por “no molestar” a los santacruceños, de forma tal que nadie se atreve a decir a partir de ahora cuál sería la temporada de pesca de langostinos en Chubut, que antes era desde octubre a marzo, mes más, mes menos.
Pero la realidad es que hace ya casi dos años que la flota pesquera langostinera chubutense, pescó tan solo días y no hay más que mirar desde la costa para ver los barcos dormidos frente a muestra ciudad con peligro de derivar a una situación crónica si no se toman las medidas adecuadas. Y cada barco es una unidad de producción paralizada que, además de a sí misma, mantiene el resto de la actividad pesquera, pues no hay empresa langostinera que no tenga planta activa en tierra.
Durante los 14 años de vigencia del anterior acuerdo del Golfo han pescado prácticamente todo el tiempo todos los barcos tangoneros de las dos provincias en todo el ecosistema del Golfo de San Jorge y en esos años se han tenido los records de mayores capturas, 78.798 ton. en 2001, y también de las menores, 6.167 ton. en 1995, sin que aparezcan debidamente explicadas las razones de tan dispares extremos; sobre todo en la cifra de 2001, que quintuplicó el promedio de los 12 años anteriores.
Las autoridades provinciales, con medias verdades, han “vendido” a las empresas, los sindicatos y a la opinión pública, la renovación del Acuerdo del Golfo para 21 barcos de Chubut, de los 29 que se necesitarían, a pesar de que la lectura atenta del acuerdo no permitía mayores seguridades que para 17 barcos, chubutenses contra 25 santacruceños y cualquier exceso sobre esas cifras era en la práctica una expresión de deseo. La realidad es que Santa Cruz ha impuesto que abran la temporada tan solo 13 barcos chubutenses, sobre la base de la conservación del recurso. A pesar de las dificultades que se veían venir y hemos venido resaltando, Chubut mantuvo y transmitió formalmente que saldrían sin posible duda 21 barcos. Al mismo tiempo se ha ido retrasando la apertura del caladero provincial, en el que hace más de un mes se podría haber iniciado la pesca sin peligro para el recurso “para abrir en simultáneo con Santa Cruz” donde las condiciones biológicas si aconsejaban el retraso.
La seguridad oficial, transmitida por las más altas autoridades de nuestra provincia, de que zarparían 21 barcos de Chubut, mantenida hasta dos días antes de la evidencia de que Santa Cruz aceptaría solo 13, ha motivado desencanto general en todo el sector pesquero e industrias relacionadas y no es sino una prueba más del desmanejo pesquero que sufrimos, en el langostino como en la merluza y en todo lo referente a la pesca, donde sigue sin hacerse la nueva Ley Provincial de Pesca y donde nos vemos continuamente desbordados por el norte y por el sur. Creemos que nuestro intendente, Carlos Eliceche, es el único funcionario que realmente ha tomado conciencia de la gravedad de la situación.
La flota de Chubut es la de Comodoro y Rawson, de fresqueros y la de nuestra ciudad, la más importante formada por fresqueros y congeladores. Puerto Madryn, con el mayor número de industrias pesqueras y empleo de la Patagonia, debe encabezar la reacción para de una vez aunar intereses, organizar la pesca, unificar la autoridad y decisiones pesqueras y recuperar el sitio que tuvo Chubut en la pesca nacional. Desde todos los ámbitos vinculados surge claramente que ya no se puede seguir dilapidando esta fuente de empleo y capacidad productiva.
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