Una provincia ejemplar

Santa Cruz continuará alambrada por la erupción del kirchnerismo. En adelante pasará a ser una provincia exclusivamente ejemplar.
La consigna del momento consiste en asegurar la permanencia del estado de deshecho hasta más allá del 2007.
Sin la traba irritante de Acevedo, alias el Negro. El gobernador que se deslizaba por la pendiente del error de manejarse, con la ambición de cierta autonomía.
Vuelven entonces a la provincia los mismos personajes que se suponen protagónicos.
Los que oportunamente se fueron a Buenos Aires, con la intención pedagógica, casi académica..
Trátase de instructores excelentemente adiestrados que conformaron los elitistas ejércitos de asesores.

Los candidatos

Resta saber, en adelante, a quien plantarán como candidato a la gobernación.
Por supuesto que, otra vez, al señor Arnold, alias El Chiquito, le pondrán la estampilla del grandulón ideal para el engaño.
Téngase en cuenta que, la preferida del Cesar que se descascara, es su hermanita Alicia. Sin embargo, a la Alicia le dan peor los números que al Albertito en Buenos Aires.
Pareciera que los santacruceños, como los porteños, se lanzan a hacer colas para no votarlos nunca.
De manera que se piensa ya en la fórmula De Vido-Alicia.
A los efectos de regresarlo pronto, a Julito, hacia su superministerio.
Y así dejarla a Alicia, para convertirla en el Sancho del próximo período.
Hasta última hora del viernes pasado , Kirchner se dedicó al reparto de próceres, para el llenado de casilleros. Lápiz en mano, el presidente Kirchner se ocupaba, de llenar hasta las jefaturas de despacho en los ministerios. Con rigor, todos los espacios fueron cubiertos cuidadosamente por elementos rentados de la propia tropa, acaso con algún nuevo converso necesitado de trabajar.

Nace el pavismo

Antes que jurara el Pavo Sancho, emocionado en el imprevisto rol de gobernador, con la Judith como vice, incluso antes que se enteraran, en un acto de entrega patriótica, Kirchner ya les había diseñado el nuevo gabinete.
Venía armado, el gabinete, desde el Auditorio Cemento de la Rosada. La ficha de Bontempo aquí, la de Varizat allá, Ocampo por el costado, Silvia Esteban por el otro.
Para tomar en serio la cotidianeidad política de estos pagos hay que recurrir, si no al Reliverán, a las pastillas de carbón.
Téngase en cuenta que existe, en esta Santa Cruz, el rudismo.
O sea, la muchachada rentada por el Rudy Ulloa Igor. Ocurre que el poderoso Rudy quiso intentar algo parecido a la euforia popular del "pavismo". Y pretendió copar las calles céntricas de Gallegos, aunque por apenas media hora, con un par de bombos contratados y unos setenta militantes que, a las seis y media de la tarde, sin otra changa que conseguir, por cien pesos se lanzaron a la aventura de la algarabía popular. En favor, sobre todo, del "pavismo" que crece en América Latina. Pavo Sancho, "garantía de seguridad en negocios inmobiliarios".

Acevedo

Resta averiguar qué hará, en adelante, Acevedo, convertido por Kirchner en la cara del represor de Las Heras.
Acevedo sabe que se encuentra metido en un dilema límite que se le reprochará, en un futuro inmediato, la complicidad que mantuvo con Kirchner desde el 91.
Las sospechas de cierta obvia sociedad política, con las implicancias delictuales que aguardan, con estoicismo y paciencia, en carpetas rigurosamente documentadas.
Falta saber si Acevedo pasará, ante la indiferencia de la historia, como un encubridor o un arrepentido.
Lo importante es que, con la toma de distancia, Acevedo puede intentar blanquearse ante la sociedad santacruceña. La que lo aprobaba en un cincuenta por ciento, y con un cuarenta que veía, con simpatía, una utópica reelección.
Podrá tal vez reconciliarse definitivamente, y casi despegarse del pasado, si actúa como le sugieren ciertos asesores, los más fundamentalistas.
Que convierta Acevedo la palabra en acción. Que clarifique, hacia la nación, acerca de los secretos gestionarios que él conoce tan bien.