Deshojando la Margarita

Alicia Kirchner quiere ser gobernadora de la provincia de Santa Cruz. Disfrutó haber ganado una elección provincial a la cabeza de la boleta del PJ en octubre, y quiere repetir la experiencia en 2007.
Por supuesto que todo dependerá de los planes que trace su hermano. Después de la traumática experiencia de Sergio Acevedo como gobernador, el presidente no querrá correr riesgos en su patria chica, y jugará a una leal absoluta como es Alicia. Es muy difícil que Néstor Kirchner le vuelva a entregar la provincia a alguien que no posea su apellido, por mucho tiempo. Porque, por otro lado, de esa manera evita todo tipo de internas en la pingüinera, ansiosa por controlar el sillón que dejó Acevedo.
Las actividades de la recientemente elegida senadora nacional por Santa Cruz tienen que ver con tres objetivos presidenciales:

1) Multiplicar las opciones, para después elegir quién le conviene más para seguir controlando el poder en el principal distrito del país.

2) Empezar una segunda etapa de control en las segundas y terceras líneas del peronismo bonaerense. Recordemos que el presidente “compró hecho”, como se dice habitualmente en política. Esto es: no hizo a tiempo de generar una estructura propia, sino que convenció a la mayoría de la tropa duhaldista para que cruzara el charco. Pero como dice un viejo adagio en política, “el que traiciona una vez, traiciona mil veces”; todos los que abandonaron a Duhalde pueden volver a traicionar cuando la situación ya no les convenga. Es por eso que tanto Alicia, como Kunkel, Zanini o Pérsico, lo que hacen es generar liderazgos alternativos a los existentes, que sean realmente leales a K, y no socios de oportunidad.

3) En la medida que lanza a caminar a varios (y nuevos) dirigentes leales, nadie se queda dormido y trabaja para el jefe, siendo la mejor manera de motorizar y canalizar al mismo tiempo las energías con un objetivo concreto. Además, le genera una cierta competencia a los liderazgos locales ya establecidos (y ex duhaldistas en su inmensa mayoría).

El presidente busca aprovechar la estructura del ministerio de desarrollo social para terminar construyendo su propia estructura. Nunca lo convence lo que no es de su absoluta propiedad."