REPRESION EN LAS HERAS

La gloriosa lucha de los petroleros de Las Heras Pcia., de santa Cruz se tiñe de sangre, esta vez de los esbirros, represores de este sistema. Los medios de comunicación ya están faltando a la verdad en el relato de los hechos ocurridos. En horas entrada la noche del día de ayer la policía provincial, por orden del sanguinario gobernador Acevedo, intento reprimir los piquetes de los compañeros petroleros en conflicto, la respuesta no se hizo esperar y la represión tuvo respuesta, se convirtió en una verdadera batalla, y combate, digno de imitación, esta ves los compañeros no se mancaron mas el atropello, la soberbia, y la violencia del estado, luego de la represión el 1 de diciembre de 2004, a los desocupados, con el saldo de una mujer torturada en la comisaría, y como consecuencia de esto, la perdida de un embarazo, jóvenes molidos a palos, procesados, dirigentes perseguidos, abrieron en el corazón de los trabajadores dolor, impotencia, que se convirtió en decisión, la firme decisión de no soportar mas un solo gramo de represión sin dar respuesta. Esto pone de relieve el carácter de la lucha iniciada hace casi una década por los compañeros de las heras. Mas allá de las reivindicaciones el pueblo trabajador de las Heras esta buscando su independencia porque sabe que en las entrañas de su suelo fluye oro negro, y las multinacionales como Repsol se enriquecen día a día a costa del sacrificio de los trabajadores, mientras este pueblo padece miserias, pobreza, desocupación, falta de vivie3nda y encima la represión de un gobierno traidor, Kirchner, el que prometió prosperidad y respeto a LOS INTERESES DE LOS PATAGONICOS hoy es su verdugo, y no le tiembla el pulso para hacer reprimir a sus propios comprovincianos. Las riquezas que genera los yacimientos de alrededor de esta ciudad le ha permitido a este gobierno hacer buenos negocios con los imperialistas de las petroleras, una verdadera y asquerosa traición. Esta escalada represiva que comenzó en caleta Olivia con una forma y un método sanguinario que se aseme3ja a los métodos utilizados por los grupos de tarea, yendo casa por casa a detener, golpear, torturar física y psicológicamente hasta a los mismos familiares y luchadores populares, en Las Heras fue mas cruenta y se llego a cometer un crimen, la policía cebada, la complicidad de funcionarios, médicos y jueces se conjugaron en una expresión asesina golpeando y torturando a una mujer embarazada solamente por ser militante social y compañera del dirigente piquetero Claudio Bustos. Luego de este episodio la conjugación fue perfecta para tapar este crimen, así fueron generando las condiciones de violencia física que hoy pretenden atribuirles a los trabajadores, es cierto hay un policía muerto, pero también crímenes impunes, compañeros heridos, otros presos. Hasta cuando cree este gobierno que va a mancillar a nuestra clase sin obtener una respuesta, hasta cuando en Argentina se pretenderá mostrar a los luchadores, a los pobres, perseguidos y excluidos sociales como los malos de esta película, cuando los verdaderos asesinos de nuestra clase están libres, son poderosos y gozan de buena salud, explotando despreciando y violentando bajo este sistema perverso hasta nuestra propia familia, los únicos responsables de estos incidentes son Kirchner y Acevedo, provocando con la detención de Mario Navarro el desborde de la movilización pacifica de los petroleros. Por ordenar esta barbarie Kirchner debe hacerse cargo, se equivoco y así como en Las Heras los trabajadores del país se van a poner de pie enfrentando la represión del estado y van a luchar para reconquistar la independencia. Debe enterarse el pueblo Argentino de la fuerte censura de los medios de comunicación, porque también hay que señalarlos como responsables y cómplices de tanta injusticia social, de tanta mentira. El policía muerto tenia familia, Kostequi, Santillán, Teresa Rodrigues, Aníbal Veron, Petete Almiron, los 35 compañeros caídos el 20 de diciembre tenían familia, y los 30.000 desaparecidos de la dictadura también tenían familia. Entérense burócratas, cipayos y traidores, todavía corre sangre en nuestras venas, y esas venas están abiertas.